lunes, 9 de febrero de 2009

TORMENTAS PASAJERAS... Y DE LAS OTRAS

¿Cuántas malas noticias se pueden recibir en cuatro días? Creo que de a una por jornada es lo que el cuerpo puede soportar.

Uno le puede poner garra, pila, buena predisposición, pensamiento positivo o lo que sea; pero tener que enterarte de una mala nueva -un día tras otro- es Lo Menos.

¿Y que se puede hacer para pasar esos malos tragos? Tener la cabeza fresca para ayudar a los del problema, mantenerse en calma para no transmitir más nerviosismo del que puede haber, charlar con gente a la que no le toca el conflicto para que pueda dar un apoyo externo. En fin, todo eso se hizo. Y ayudó... mucho.

No obstante, pasan los días y uno se pregunta: ¿Y ahora que vendrá? Cuando el panorama está oscuro es muy difícil ver el lado positivo o la pequeña luz que siempre hay y que, en definitiva, es la que nos mantiene en pie y no deja que caigamos. Y ahí viene el tema de la Fé.

Tener fé en Algo, en Alguien o en Todo es fundamental para superar cualquier problema que se pueda presentar. Apoyarse en la fé y los afectos es lo que nos pone los pies en la tierra y espanta la desesperación.

Pueden ser problemas graves, leves, cercanos o no tanto de personas que uno quiere. Pero nos tocan.

El tiempo es sabio. Nosotros debemos pasar las pruebas... mientras esperamos que los melones se acomoden en el carro.

2 comentarios:

Ezequiel dijo...

Calculo que esa tormenta fué definitiva

Anónimo dijo...

Hola. Tanto tiempo. Soy el oyente que no habla. Jaja. Te acordás quién soy? Cómo anda Renzo? Bueno, te dejo tranqui. Saludos.