jueves, 31 de julio de 2008

... SE ARMÓ EL MC DANCE"

Uno de mis hobbies mañaneros es encontrarme una o dos veces por semana con mi amigo Renzo a desayunar.

No sé por qué, pero siempre vamos al mismo Mc Donald's, a la misma mesa y a la misma hora; pero ayer fue la excepción.

Nos encontramos en otro 'Mc', a solo cinco cuadras del habitual, pero allí todo era diferente. En el primer piso de ese recinto capitalista la música estaba tan alta que apenas nos dejaba conversar. Además, mucha gente iba y venia entre sillones, lámparas rústicas y varios detalles decorativos que nos hacían creer que estábamos en un boliche o, por que no, un ¡After Office!!!.

Era todo muy extraño, a las ocho de la mañana de un jueves.

Nuestro contexto habitual había cambiado, y con ello, también se modificaron algunos temas de charla. Ayer conversamos sobre cuestiones extremadamente duras por un lado, y buenísimas por otro.

Fue un día clave para mi amigo, porque estaba por enfrentar una jornada de importantes decisiones.

La vorágine de la música alta y tanto tránsito de personas a nuestro alrededor hicieron de nuestro desayuno algo diferente.

Parece una bobada, pero el cambiar de lugar sin motivo específico fue una señal que para Ren se vienen días de importantes definiciones. Y no hay que tener miedo a arriesgar.

Muchas veces, está bueno cambiar.

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